lunes, 25 de julio de 2016

Compromiso

Compromiso

    Un docente sin compromiso no puede llegar demasiado lejos. No se debe mirar para otro lado permanentemente: ante ti se despliega la realidad y hay que hacerla frente. No hay horarios estrictos que cumplir sino tareas que realizar, objetivos que alcanzar, personas a las que educar. Aquí no funciona el maestro funcionario: que cumple su horario y se va a casa. En todos los docentes que manifiestan haber alcanzado el éxito con alguna metodología se adivina la pasión y el tiempo ilimitado que han empleado en preparar las condiciones para que esa metodología concreta  -en la que han creído a pies juntillas- alcanzase el éxito esperado.


miércoles, 13 de julio de 2016

El lenguaje no verbal

La actitud y el lenguaje no verbal adecuados invitan al aprendizaje

    Frecuentemente -aun los docentes más experimentados- no somos conscientes del lenguaje no verbal que manifestamos. El lenguaje no verbal es mucho más poderoso que el verbal, y siempre prevalece sobre éste. La palabrería la desmienten fácilmente nuestros gestos y actitudes.
    Una forma muy fiable de comprobar cómo gesticulamos y cuál es la actitud que mostramos a nuestro alumnado es que alguien -de manera inadvertida para nosotros- nos grabe en vídeo mientras damos nuestra clase. Esta experiencia la tuve este curso con motivo de mi despedida de la docencia. El penúltimo día de clase, los alumnos de uno de los grupos a los que daba clase, amablemente me obsequiaron con varios regalos. Tan emocionado estaba despojándolos de su envoltorio y agradeciéndoles su generosidad que no me percaté de que uno de ellos me estaba grabando con su teléfono móvil. Luego me envió el vídeo por WhatsApp.
    Nuestras palabras deben ser coherentes con nuestra gesticulación y actitud. Es muy importante adoptar una actitud resuelta, decidida, ante el alumnado. Ellos, más que en nuestras palabras, se fijan en nuestros gestos. Si queremos que nuestra asignatura llegue a interesarlos, debemos mostrar nuestro entusiasmo por ella al enseñarla. Nunca debemos enseñar con apatía y desgana.


martes, 12 de julio de 2016

La puntualidad



    Hoy en día se habla mucho -y con razón- de las Nuevas Tecnologías. Sin duda, hay que ponerse al día y actualizarse: no podemos darles la espalda: nos brindan posibilidades insospechadas para el desarrollo de nuestras clases. Pero no lo son todo.
    El o la docente -si quieren ofrecer clases de calidad- deben aplicarse, además, en otros aspectos más tradicionales, pero no por ello menos importantes y decisivos en el logro de una clase exitosa. Por ejemplo, la puntualidad.  Es una práctica que proporciona consistencia a las clases: el alumnado se siente correspondido y respetado. El maestro o la maestra, siendo puntuales, ofrecen una imagen de seriedad y disciplina.
    A veces, esta falta de rigor en la puntualidad se trata de justificar con cierta campechanía o una determinada manera de ser. No son otra cosa que disfraces de conveniencia.